Nunca le había visto llorar, le conozco desde que tengo uso de razón, pero es cierto que nunca le había visto llorar.

Ahora me explico el porque del viaje, porque irnos lejos a ver un concierto que podríamos haber esperado y haberlo visto aquí, y mira que me pareció raro, a Min no le gusta este tipo de música, a mi tampoco, pero yo me apunto a un bombardeo.

Este fin de semana pasado nos fuimos a Valladolid, cuatro amigos en la treintena, dos abandonados un separado y otro que lleva viviendo en el recuerdo ya cerca de seis años, y este es Min.

Le vi escribiendo un mensaje, sábado por la mañana, hacia sol, el fin de semana prometía, llevábamos los bolsillos cargados pero Min tenia la cara triste, la razón es que Sil se casaba en unas horas, y Min lloró.

Fueron novios durante diez años, nadie podía imaginar a Min sin Sil y a Sil sin Min, y cuando ellos rompieron, todos rompimos un poco con ella, ninguno de ellos era el novio de tal o la novia de cual, se habían convertido en una sola persona, dos en uno, donde iba uno alli estaba el otro, pero tenían un problema, lo compartían todo menos el futuro, no tenían proyecto en común, si lo tenían pero no era el mismo, y asi aguantaron durante meses, hasta que Sil se canso, y asi se acabo todo.

Ahora Min ha cambiado, no tiene nada que ver con el tio que era antes y esto le duele mucho, ahora podría darle todo lo que ella le pedía entonces, y eso le duele.

Y como en las películas americanas en las que aparece por la puerta tu amigo de toda la vida con seis latas de cerveza, para Valladolid que nos fuimos los cuatro, a salir a beber y al rollo de siempre pero con otro escenario que parece que no pero ayuda, aunque las penas las lleves en la maleta.

Y este sábado me voy a ver a la Nadadora.