Tuesday, June 26, 2007
MaySe había pasado dos meses detrás de mi mesa, y aparte de su piercing en el labio no percate demasiado de ella, buenos días, hasta mañana, que tal por aquí y poco mas.
Un día se acerco a mi mesa, pidiendo ayuda sobre un programa de edición de vídeo del que yo no tengo ni idea, a punto estuve de soltar una borderia, pero entonces me percate de sus profundos ojos azules, de su cara de niña, de su pelo rubio y de la gracia de su acento pidiendome ayuda.
Mi compañero levanto los ojos, y me miro como pensando "joder el gafaspasta a reaccionado al mundo", me levante, la ayude de cerca y pude olerla.
Después fueron unas charlitas mañaneras, algún cigarrito en la puerta, conversaciones de música y una tontería para quedar una tarde.
Y llegaron muchas risas mas, tardes de sol en Las Vistillas, cañas en San Roman, festival de flamenquillo, y todas las noches dormimos juntos.
Y me quedo con sus ojos traviesos mientras me daba las llaves a escondidas de mi casa y furtivas miradas que me alegraban las mañanas.
Han sido una semana y cinco días, trece mañanas como trece soles, trece días como trece sueños y veinte años como dos millones de sonrisas.
Y suerte que ya te hayas ido, por que podría caer en picado atrapado en tus ojos otra vez y aun así cada vez que escuche al Bicho me acordare de ti.